Lo de Colombia en instancias finales es reiterado. Lo primero que se debe decir es que se agradece llegar a mundiales, a partidos definitivos, a jugar partidos que hace mucho soñábamos disputar. Ahora bien, todo es un proceso antes de cosechar los frutos, pero es bueno pensar en ajustes, en modificaciones. Jugadores que no están dando la talla, a otros le hace falta kilometraje y vestuarios para estar allí. Se aplaude la apuesta por jóvenes valores para que empiecen a sentir la responsabilidad, no obstante al técnico le está faltando trabajar mejor los partidos y a los jugadores mayor concentración.
Viendo el primer tiempo con Chile recordé el partido contra Brasil en el mundial: en ambos entramos dormidos. Además, en ambos encuentros no se planificó adecuadamente la táctica o la estrategia (Los estudiosos sabrán de que intento hablar). Contra Brasil por ejemplo quedó por fuera Aguilar para incluir a Guarin y no funcionó, el equilibrio se perdió y Brasil se aprovechó de una Colombia dormida en el primer tiempo. Ahora contra Chile se sabía de las deficiencias de Fabra en marca y en lugar de incluir un tercer volante de marca (Pérez o Celis) y sacrificar a Cardona se optó por jugar como se venía haciendo y los chilenos cobraron. Primer error por la izquierda y el segundo por la derecha con un Arias desconocido. De ahi en adelante fue como en el 2014 remar contra la corriente, aquel día nos pitaron el penal ahora con Chile no lo pitaron y empezamos a buscar culpa en el árbitro, en la tormenta y en todo lo que sea necesario para no reconocer los errores que hasta un AFICIONADO puede ver.
Quedan cosas positivas de algunos jugadores, pero la meta está en llegar a Rusia y mejorar lo de Brasil.
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